José Ganfornina (Málaga, 1955) plasma realidades mentales desde consideraciones poéticas, un mundo configurado con ingredientes imaginados, pero con la pulcritud de un dibujante, en vena de aciertos, que tiene capacidades para llevar la idea a la práctica, e incluso de situarla en una ambientación barroca que llevará la obra a niveles de impacto. Ganfornina es un lujo como pintor, en sus cuadros, que ahora expone en la galería Kreisler, está la fantasía y el conocimiento, en sentido estético y el sentimiento que abre un universo posiblemente heterodoxo, pero abierto a una poética de indudable alcance.
Es un profesional con personalidad que ha encontrado su pintura y la mantiene en progresión constante. [...] y ha trabajado sin desmayo para hacer de la ilusión un
logro. Así vemos una pintura que conoce el arte de los grandes maestros del Renacimiento y de los tiempos posteriores, que sabe de procedimientos y está en las coordenadas de ese hacer
imaginativo que muestra fantasías o intramundos donde otras realidades luchan para aflorar y afirmarse. Con el dibujo de una mano fiel a los impulsos que reproduce o inventa, compagina y
compone hasta armonizar la cuestión; con los colores de un alquimista que mezcla y realiza, saca propiedades y alimenta un orden que adquiere significación.
Exposiciones de juventud en Málaga, y exposiciones colectivas e individuales ya en los ochenta, cuando su obra tiene una dimensión, en Marbella, Málaga, Madrid, Colonia, Gijón, Barcelona...; en
certámenes donde su obra ha sido premiada y reconocida.
La exposición que presenta en Kreisler ofrece un conjunto de óleos sobre tablas y dibujos en los que la realidad y la fantasía están al mismo nivel. Es una obra
limpia, acabada, bella, que nos muestra la posibilidad de lo imposible y nos abre los sentidos a un mundo lleno de contrastes. Dice José Infante que Ganfornina "ha entrado de lleno en el mundo de
la profecía, y ha empezado a descubrirnos, con una lucidez asombrosa y con la perfección del alquimista, el futuro del mundo, que ya está escrito en la naturaleza y en el centro de nuestro
corazón". Quizá de ese centro extraiga el pintor su exposición plástica.
José Pérez de Azor
El Punto de las Artes, Madrid, 1991